jueves, 30 de agosto de 2007

Lima La Horrible

¡Vete maldito invierno!
me deprimes,
me entristeces,
me quitas esperanzas,
no me dejas respirar bien,
me regresas a antiguas practicas que lucho por desterrar,
no me dejas estudiar,
me haces sentir sola,
oscureces mi mundo,
me vuelves apática,
me quitas la fe en Dios.

sábado, 25 de agosto de 2007

Estaba muy empilada armando este blog buscando enlaces tomándome una gaseosa tras otra mientras estudiaba para mi examen de cirugía y de periodonocia y para no estresarme por que tanta tensión produce cáncer veía los 101 de E entretaiment y lo más superficial que manda el cable desde el satélite y por cierto que unos veterinarios de Argentina ubicaron la locura rabiosa de mi perro sin pelo peruano como un posible problema neurológico u hormonal y no la malcriadez que yo le había supuesto y tanto esfuerzo engorda y ya se me nota así que no estaría mal una cita con el Dr. Oyola para antes del cambio de estación y quizá un nuevo corte de cabello y a las 6 y 30 de la tarde aproximadamente de este 15 de Agosto dos terremotos me bajaron a tierra, lo que para los limeños fue un susto ha sido una tragedia para los iqueños; ha sido un STOP de la rutina diaria que a veces te gana y que vanaliza la existencia (y una que se deja).
Hoy he conversado con Abraham (le cambié el nombre)
- ¿Cómo estas?¿tu familia esta bien?
- Sí - me contestó -
- ¿Y como esta Pisco?
- Pisco ya no existe, ya no queda nada, apenas algunas casas de cemento pero hasta esas están por caerse
- Lo siento mucho ¿y tu casa?
- Se ha caído la pared del vecino sobre la mía
- Acá en Lima todos han estado donando cosas para los damnificados
- Sí lo sabíamos, lo veíamos en la televisión pero la distribución en Ica es muy lenta, yo fui dos días después del terremoto, allá todos nos conocemos, iba caminando por las calles y en una cuadra estaban velando a una persona, en la otra cuadra estaban velando a otra y así por todos lados; ha sido horrible, ya no había lugar para enterrar a los muertos, ni ataudes donde ponerlos así que han estado poniendo a tres personas en uno solo y como después de algunos días ya comenzaba a oler mal no ha quedado mas que enterrar a los muertos en fosas comunes.

Abraham dice que el Gobierno les ha prometido reconstruir toda la ciudad, pero esta vez en cemento (mmmm yo creo que gobierno y promesa cumplida conjugan solo en futuro imperfecto)

La vida continua pero como es el asunto cuando se ha muerto la mitad de tu familia, creo que solo queda hacerlo paso a paso por que en estos casos no hay muchas alternativas para escoger.

viernes, 17 de agosto de 2007

Un Autógrafo Para Mi


- Chibola de academia pre universitaria: “Señor Bryce, es un honor para mi darle la mano”

- Bryce Echenique: (con cara de indigestión, ya llevaba firmando libros como 3 horas) “Gracias- ¿Cómo te llamas? …Pongo… Mónica no…”

- Chibola de academia pre universitaria: “Sr. Bryce he leído su libro Un Mundo para Julios, es estupendo, es tan (contar medio minuto)…¡bueno! ¿Que debo hacer para poder escribir tan bien como usted?” (mirada de cachorrito)

- Bryce Echenique: (tomándose el octavo vaso de wisky en las rocas,- los conté todos mientras estaba en la fila esperando mi turno para la firma de autógrafos-) “Escribir y escribir y no dejar de escribir mañana tarde y noche”

Y ocho años después comencé a escribir.

jueves, 16 de agosto de 2007

Mi Vida en Chaca


Llegué a Chaca en julio del 2006 si mal no recuerdo, llevaba una mochila de esas para camping, una maleta y muchas ganas de trabajar.

Esta ha sido la primera vez que he ido a un lugar completamente desconocido para mi, sola, solo con la referencia de que mi amiga y colega que trabaja en una ONG de la zona y que podía conversar con el personal de un puesto de salud de una zona rural, de un departamento (Ayacucho), del que solo había oído historias y al que jamás había visitado para que me dieran alojamiento.

Antecedentes: Ayacucho es uno de los departamentos mas pobres del Perú (si es así lógicamente es uno de los lugares mas pobres de Latinoamérica, por que esto no es Miami), su zona rural es aún más pobre (mmmmm…), esta zona rural queda en Huanta (donde se inició el terrorismo….) no importa pensé, después de todo no son solo más que antecedentes...

Mi amiga fue la mejor anfitriona que alguien pueda desear, desde mi llegada a Ayacucho hasta instalarme en Chaca no me faltó nada.

Una vez instalada en la posta de salud, saqué mi plano de actividades, me preparé un café y comencé a leer los nombres de las comunidades que visitaría a pie y que hasta el momento solo conocía de nombre. Antes de seguir avanzando en este relato quiero aclarar que nunca supe que significaba eso de centro poblado, distrito, anexos, caseríos, etc; los únicos distritos que conozco son los que siempre atravieso de un lado a otro en combi, ahora “entendería” a que se refería mi amiga cuando por teléfono o mail trataba de hacer que entendiera “eso de las subdivisiones” de la zona rural de Huanta.

Nro 1: El distrito de Santillana tiene un solo odontólogo; aquí ya comienzan los problemas por que es un distrito que solo tiene la friolera cifra de ¡5,573 almas!

Nro 2: toda la población esta distribuida en diversos pisos altitudinales y los pueblos quedan en las márgenes de montañas que están a 3,500 msnm; unidas solo por trochas.

Visité los pueblos acompañando al técnico de salud que salía a esas poblaciones a las 5 de la mañana, hora en que apenas si puedes verte las manos (es la pura verdad). En el camino lo que si veía eran las luces de las combis que pasaban raudamente; yo, con la ingenuidad que siempre me caracteriza le pregunte al enfermero: ¿no es muy peligroso que viajen a esta hora, les puede pasar algún accidente? La respuesta fue una gran risa: “Son los pasantes de droga; los bultos que llevan son kilos de hojas de coca o quizá de la procesada”. Bienvenida al Perú, pensé; ahora si era para mí real esas cifras que dicen que somos los mayores productores de droga, las estaba viendo allí, delante de mis ojos en cuatro ruedas cruzando los andes tan impunemente como cuando yo cruzo la Av. Larco.

Realicé mis evaluaciones dentales sin mayores problemas, en todos lados encontraba personas receptivas que deseaban cooperar con mi investigación, ejemplos hay varios, en el pueblo de Pallca una docente que llevaba ella sola todos los grados de primaria me pidió que les diera una charla de salud dental a los niños (ella traducía mis palabras al quechua), todos llevaban sus cepillos dentales donados por la ONG Visión Mundial en sus maletas y era cosa de reforzar lo que ellos les habían enseñado, en Pachanja visité casa por casa a los niños y les explique personalmente como realizar el cepillado dental correctamente.

Pero mientras pasaban más los días me iba percatando de muchas cosas, al inicio cuando recién llegué sentía la clásica pena por la pobreza de las personas y las malas condiciones en que debían vivir, pero mientras más los conocía veía que muchas de las limitaciones que padecían eran en realidad fruto de costumbres perjudiciales pero muy arraigadas en ellos; La ONG Visión Mundial trabaja muy duramente para poder instruirlos y que cambien viejos concepto por unos mas adecuados y acordes con beneficios reales; me contaba mi amiga: “Aquí, los niños pesan 2,500 gr. Es un peso bajo que no esta relacionado con la altura que es lo que supuestamente se cree; es producto de una mala alimentación que comienza con la distribución de los alimentos en la familia; siempre se le da de comer mejor y esto incluye el consumo de proteínas al hombre de la casa incluso si la mujer esta embarazada, ella queda postergada a lo que quede a bien, los niños nacen desnutridos por lo que siempre están somnolientos, eso hace que no tengan fuerzas para llorar pidiendo de lactar y las madres que deben trabajar en la chacra consideran esto una ventaja por que los niños no las molestan mientras están en la faena y no le dan el pecho sino cuando están desocupadas que no es muy seguido, este niño desnutrido crece con múltiples carencias que se verán luego palpablemente en el colegio cuando no rindan lo suficiente” y como ese hay varios ejemplos más. Ayuda esta llegando, aunque no en todos lo casos con un buen enfoque, lo que mas recuerdo son los alimentos que entrega el PRONAA a esta y otras comunidades, el detalle es que todo el tiempo solo entrega cuaker y galletas con el mismo sabor a ¿vainilla?, ahora imagínense ustedes con esa dieta todos los días de lunes a viernes, es un suplicio y lo es para ellos, por eso muchas veces no la consumen y se queda arrinconada en las casas.

Recuerdo bien el tercer día de mi estadía, quise ver el atardecer y la aparición de las estrellas en la tarde así que me fui al parquecito de al lado del puesto de salud y me senté muy melancólica pensando en cosas que ni recuerdo, el técnico salía también y me dejó las llaves. Esperé que llegara la noche con la calma de quien no tiene nada más que hacer en este mundo mas que solo esperar, una vez cumplido mi objetivo y apurada por el frió decidí regresar al puesto de salud donde tenía agenciada una muy buena cama, traté de abrir la puerta pero esta tercamente se negaba a dejarme entrar, estuve intentándolo como por veinte minutos y nada, miraba a mi alrededor y la noche y el frió no me daban sosiego hasta que al fin oscureció y a pesar de la luz de los faroles todo era negro, ese fue el instante de la absoluta soledad, estaba muriéndome de frió a 3,500 msnm con gente a la que realmente no conocía ni me conocían, pisando piedras y tierra y mirando por la ventana el limpio y nuevo puesto de salud que había sido inaugurado unos meses atrás iluminado. Entonces lo comprendí, por primera vez en mi vida comprendí lo que era el infierno por que eso que vivía era la parábola de la Biblia sobre las mujeres que no esperaron con las lámparas prendidas la llegada del novio; “Se quedarán afuera, donde es la noche y el rechinar de dientes”; eso me estaba pasando, mis dientes rechinaban de frió y estaba sola y abandonada frente a los elementos. Fue entonces cuando apareció Marina, una pobladora que era promotora de salud y que limpiaba la posta todas las noches, intentó abrir la puerta pero tampoco pudo así que me tomó de la mano y me llevó, al inicio no sabía a donde por que no pude entender lo que me quería decir con sus enredadas explicaciones, solo recuerdo que estaba todo oscuro, que apenas si podía ver las piedras del camino, que estaba prácticamente ciega aferrándome a su hombro para no caer, me llevó por un pequeño camino, volteamos no se donde y descendimos a una casa de paja, dentro, el humo de una sopa caliente y el calor del fuego me explicaron todo, en realidad no había necesidad de palabras, todo absolutamente todo iba directo al corazón… y mi corazón probó una sopa caliente y se calentó junto al fuego de un hornillo y comió papas con sal y sintió el resplandor que irradia la sonrisa de un ser humano cuando se convierte en prójimo.


Testimonio de Mónica R. Gonzales

miércoles, 15 de agosto de 2007

La Rata, La Ducha y El Mendrugo de Pan

Autora: Susana Torres.

Citado de la revista "Etiqueta Negra"

Mi primera mascota fue una rata. No un perro, ni un gato, ni siquiera un hamster. Sino una rata. Negra y peluda, de alcantarilla.

- ¡Tengo una lata que está en mi lucha! – gritaba en un castellano incipiente, esforzándome para que mis palabras no sonaran tanto a mandarín.

A los dos años y medio se me hacía difícil hacerme entender, peor si no me tomaban muy en serio.

- Tengo una lata que está en mi lucha y me hace así…-decía mientras movía la nariz como si una mosca se hubiese posado en ella.

Por fin, mi madre entendió el mensaje.

- La bebe dice que tiene una rata en su ducha – decía - ¡Cuánta imaginación!

Todos me miraban encantados. No entendía muy bien lo de la imaginación, pero me quedé tranquila, hasta feliz porque habían aceptado a mi peluda mascota.

- ¿Adónde llevas ese pan? – me preguntaron otro día.

Yo respondí que era para alimentar a mi rata.

- Ah, es para su mascota imaginaria – le explicaba mi madre a las visitas cuando veían que la bebe; o sea yo, pasaba con mendrugos directo al baño.

No sé cuanto tiempo duró eso, lo cierto es que amaestré a mi rata – o ella me amaestró a mí – ya que la alimentaba con puntualidad cada día. Solo se asomaba cuando yo llegaba sola, para hacerme sus muecas que yo interpretaba como un: “¡Dame más pan, criatura!”. Así que le daba más y más pan, hasta que mi rata se puso obesa, como una pelotita. Yo sentía que la hacía feliz. Lo que no sabía era que sin querer la llevaba a su fin.

Una mañana me sobresaltó un grito. Era mi madre que salía corriendo del baño, envuelta en una toalla. Recuerdo otros gritos, mucha confusión, y luego a Lila, nuestra cocinera, que me llevaba rápidamente a comprar algo. Tuvimos un paseo largo.

De regreso, noté rostros evasivos, demasiados silencios. No les hice mucho caso porque más preocupada estaba en la noble misión de alimentar a mi rata. Pero ella no volvió. No la vi más.

Que hice mal, pensé. Tal vez mi rata odiaba el pan y no podía decírmelo; debí darle un menú más variado. No entendía por qué no regresaba y me sentía cada vez más decepcionada y triste. La pena se me notaba.

-Tu rata se fue a Trujillo – me dijo mi madre.

Me sentí aliviada: mi rata se había ido a otra ciudad, y había dejado el encargo de que me avisaran. No sabía por qué había elegido Trujillo, pero me hacía feliz saber de ella. A partir de entonces, cada cierto tiempo preguntaba por mi rata. Siempre me mandaba saludos y creo que hasta se casó en la Ciudad de la Eterna Primavera.

Mi mamá me contaba los éxitos de mi mascota y, por supuesto, yo me sentía partícipe y mentora de sus hazañas. De alguna extraña manera, aquel pan que yo le daba había ayudado a la superación personal de mi roedor en una ciudad extraña. Con el tiempo, dejé de preguntar por ella.

- ¿Y qué pasó con mi rata? – pregunté por fin después de casi quince años.

- ¿Tu rata? Ah…tu rata. – se acordó mi madre entre culposa y divertida.

Luego me contó como la había encontrado, atorada en el sumidero de la ducha de lo gorda que estaba. Me dijo que había llamado a mi abuelo, quien no tardó en matarla con su técnica de “solo un golpe seco”. Mi madre esta muy entusiasmada con el relato y los detalles escabrosos. Yo sólo le pregunté por que Trujillo.

- Tenías mucha imaginación de chica – me contestó sin contestar.

Le sonreí y dejamos el tema para siempre. “Mucha imaginación”, pensé, ¡qué rata!.

martes, 14 de agosto de 2007

Alguien a Quien Amar

Letra: Freddy Mercury

¿Puede alguien encontrarme alguien a quien amar?
Cada mañana me levanto y muero un poco
Apenas puedo sostenerme en mis pies
(Echa un vistazo a tí mismo) Mírate en el espejo y grita
Señor, qué me estás haciendo
He consumido todos mis años creyendo en tí
Pero ahora ya no puedo obtener alivio Señor
Alguien (alguien) ooh alguien (alguien)
¿Puede alguien encontrarme alguien a quien amar?

Trabajo duro (él trabaja duro) todos los días de mi vida
Trabajo hasta que me duelen los huesos
Al final (al final del día)
Llego a casa con mi paga bien ganada
Caigo sobre mis rodillas (rodillas)
Y empiezo a rezar (adoro al Señor)
Hasta que las lágrimas caen de mis ojos
Señor, alguien (alguien) ooh alguien (por favor)
¿Puede alguien encontrarme alguien a quien amar?

(Él necesita ayuda)
Todos los días (Y lo intento, lo intento, lo intento)
Pero todo el mundo quiere abatirme
Dicen que me estoy volviendo loco
Dicen que tengo mucha agua en mi cerebro
Sin sentido común
(Él) No tengo a nadie en quien creer

Ooh
Alguien (alguien)
¿Puede alguien encontrarme alguien a quien amar?
(Que alguno me encuentre alguien a quien amar)

Sin sentimiento no tengo ritmo
Sigo perdiendo mi sonido (sigues perdiendo y perdiendo)
Estoy OK, estoy bien (él está bien)
No afrontaré la derrota
Tengo que salir de esta prisión
Algún día seré libre, Señor

Encuéntrame alguien a quien amar
Encuéntrame alguien a quien amar
Encuéntrame alguien a quien amar
Encuéntrame alguien a quien amar
...
Alguien (alguien) alguien (alguien)

Que alguien me encuentre alguien a quien amar
¿Puede alguien encontrarme alguien a quien amar?